Caminaba...

Caminaba entre las hojas secas, entre altos e imponentes árboles. Sola, en mi mundo de fantasía.Una repentina brisa me empujó suavemente a un lado y a otro. Andaba soñando, con la cabeza en otra parte, y el corazón en algún lugar opuesto.
Caminaba, seguía caminando. Mi largo abrigo marrón se quedó enganchado en una pequeña rama, me zafé y seguí mi curso. Oí algo, como un riachuelo. Corrí hasta donde me decían mis oídos y ante mí se hallaba un río, cristalino y tranquilo. Me reflejaba en él. Pude ver mi melena rubia, puesta sobre mis hombros, mis castaños ojos brillantes, y una tímida sonrisa que asomaba de mis labios. De repente, algo hizo moverse el agua, una piedra, lanzada de no sabía donde, había caído irrumpiendo en mi profunda soledad.
Ya no me reflejaba solo yo en el río, alguien estaba a mi lado, inquietante e inmóvil. Un joven se acercó a mí, acarició mi cabello y tomó mi mano. Yo, sorprendida le miré, no obstante, sin saber por qué no estaba asustada. Él me inspiraba tranquilidad y confianza. Seguí caminando, pero ya no tan sola, ya no tan en mi mundo de fantasía...



¡Buenas amores! ¿Que tal vuestro fin de semana? Espero que lo hayáis empezado bien, yo la verdad sí.
Os dejo este texto que he escrito esta mañana, espero que os guste :)
1000 besos! ^^