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lunes, 14 de julio de 2014

Capítulo dos.

Mientras, en Miguelturra, un pueblo al lado de Ciudad Real, Silvia, Irene y Cecilia conversan felizmente a la vez que se columpian. Están en un parque cercano a las casas de las dos primeras. Silvia e Irene son mejores amigas desde hace casi más de diez años; discuten a menudo pero se quieren mucho. Ceci, que así la llaman, es de Madrid, pero llegó con sus padres, ya que a él le trasladaron. Su padre es profesor de religión en el instituto Maestro Juan de Ávila, al que asistirán ella y Silvia dentro de unos días. Irene irá a otro, bastante más lejos del suyo. Irene empuja a Cecilia en el columpio, que es la que está hablando. Silvia está en el otro columpio, concentrada en su teléfono móvil. 
   - Joe, estoy cagada por el instituto. Ojalá nos toque en la misma        clase Silvia, ¿verdad? Porque... no conocemos a nadie más. Silvia,    ¿me estás escuchando? Tía, estás empanada. 
   - Si, si. Perdón, ¿qué me estabas diciendo?- pregunta la aludida,        aún algo desconcertada.
   - Nada idiota, no te estaba diciendo nada. Anda, déjame el                columpio y ponte de pie un rato, a ver si así te espabilas- dice          Irene dándole un golpecito en la cabeza.
Silvia se levanta enfurruñada y se sienta en el suelo, dejando el móvil a un lado. Es una chica muy risueña, lleva aparato dental desde hace casi un año. Su pelo es absolutamente rizado y muy oscuro, que le llega por los hombros. Tiene un hermano mayor que pasará a 4º de la E.S.O. este año. Silvia se infravalora demasiado, algo que la gente no se lo hace ver. Es muy buena estudiante y un gran ejemplo en su familia. Cecilia, es todo lo contrario. También bajita como la del pelo rizado pero mucho más delgada. Sus cabellos son totalmente lacios, y medio pelirrojos. Sus ojos son grandes y de un color verde tirando a marrón. Es muy suelta y alocada, y desde que hace un año conoció a Laura, su mejor amiga, cambió por completo. Ella era una chica muy estudiosa, al igual que Silvia. Pero después, dejó de centrarse y comenzaron pequeños problemas en su vida que fueron haciéndose cada vez más grandes y peores. Su hermana Clara, es la típica niña perfecta que lo hace todo bien, y Ceci se queda muy atrás en eso. Es algo que lleva viviendo toda la vida, aunque es ahora cuando realmente le molesta. 
Las dos ahora hablan sobre el instituto, mientras Irene continúa columpiándose sin prestar mucha atención a Silvia y Cecilia. Cuando ya llevan un rato hablando y divirtiéndose deciden volver a casa, ya que pronto anochecerá. Las dos mejores amigas se dirigen hacia la izquierda, mientras que la pelirroja va hacia la derecha. 


Silvia y Ceci se echan una última mirada, y se sonríen. La próxima vez que se vean será frente a la puerta del Maestro Juan de Ávila, nerviosas y preocupadas. Pero lo que no saben es que el destino allí les hará sonreír bastante. 

2 comentarios:

  1. Bien, el relato avanza, sigues introduciendo personajes y los presentas para dar una idea de cómo son. Ahora hay un abanico más amplio de personajes y ya uno puede ir imaginando qué va a pasar cuando comience el instituto, pero todo apunta a que las dos protagonistas del primer capítulo y Ceci y Silvia, van a tener mucho que ver.

    Sigue con ello, princesa celeste. No te detengas mientras sueñas.

    Que tengas una tarde llena de cosas bonitas.

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    Respuestas
    1. Pues sí, pues sí. Algo tendrán que ver ^_^
      Aunque bueno, ya he dicho demasiado y no quiero desvelar nada!

      Igual para ti Juanjo. Un beso.

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