Lucía intentó cortar el momento sentimental y cogió a Andrea de la mano, sentándose en la cama con ella, y mirando a Mark con el objetivo de que saliera de la habitación. Este, comprendiendo la situación, se marchó decaído, sabiendo que no había hecho las cosas bien. Entendía a Andrea perfectamente, hacía unos días su novio había cortado con ella, y ahora, cuando sabía que empezaba a enamorarla y a hacerla feliz de nuevo, le había roto el corazón, simplemente, besando a Silvia, su mejor amiga.
Mientras, las dos amigas se miraron, comprendiéndose con tan solo los ojos. La que se sorbía la nariz, intentando contener el llanto, abrió su móvil y vio el mensaje de Fernando: "Mi princesa, gracias por haber aceptado mis disculpas. Eres la mejor cariño. Te adoro". Ella sonrió, era una de esas sonrisas que llegan al corazón en esos momentos en los que se pasa mal. Lucía le quitó el móvil de las manos, leyó el mensaje de Fer, y esbozó otra sonrisa, sin saber mucho por qué.
- An, vamos a bajar. Seguramente que tu madre ya tenga la comida preparada.
- Si, vamos. La verdad tengo hambre.
Bajaron y se sentaron a la mesa. Comieron, con apenas algunas palabras y subieron de nuevo. Sacaron los apuntes del trabajo y comenzaron a organizarlo todo. Más de una vez Andrea miraba hacia la puerta, y podía ver al chico de ojos azules, con una expresión decaída y triste. Pero la que tenía que estar triste era ella, no él que se había besado con su mejor amiga delante de sus narices, después de despertarla con un "Buenos días preciosa", y la había intentado besar en un momento de silencio. No obstante, ella no estaba mal, o al menos eso intentaba aparentar. Llevaba una semana llena de cosas malas, que al final, en la mayoría de los casos siempre terminaban bien.
Sobre las siete de la tarde, Lucía se marchó a su casa. Ella había sido un gran apoyo para Andrea esa tarde, la había hecho no pensar en lo peor y disfrutar de su gran compañía.
Pasada una media hora decidió ducharse. Se dirigió al baño, cerrando la puerta detrás de ella. Comenzó a desvestirse, primero quitándose los pantalones, y después la camiseta. Cuando se quedó desnuda por completo se metió en la ducha y encendió el agua caliente. La dejó correr unos segundos, y se puso debajo. Cada gota de agua le llenaba las entrañas, era como una gran carga. Pesaban sobre ella como pilares inmensos. El agua corría y corría y Andrea debajo de la ducha, solo lloraba. Desahogándose por todo, por el mal y el buen día que había tenido. Recordando aquellos momentos con Yeray, esos momentos en los que se sintió aprisionada y sin fuerzas intentaba zafarse. Los momentos en que, esperando a que Mark la recibiera con una bonita sonrisa la recibió dándole un beso a Silvia. Y en los momentos en que Fernando y ella disfrutaban mutuamente, otra vez, de los dos. Se enjabonó todo el cuerpo, se aclaró y salió. Con una toalla blanca tapó su cuerpo desnudo. Se secó rápidamente y untó crema sobre su piel. Al terminar, se vistió y salió del baño como nueva dejando atrás muchas de las cosas que habían pasado en aquel día, tanto bueno, como malo.
La hora de cenar llegó y todos sentados en la mesa tomaron su cena. El menú era ensalada con manzana y pechugas de pollo a la plancha. No se hizo pesada y terminó rápido. Andrea y Mark, intentando disimular su enfado, se despidieron de Lisa y Manuel y subieron arriba, dirigiéndose cada uno a un camino diferente. La chica entró en su habitación y vio que tenía un mensaje de Whats App. Silvia. "Andrea por favor, no se si podrás perdonarme por lo de hoy. Siento todo, mira me gusta mucho Mark. Y tengo que decirte algo, quería decírtelo en persona, pero ya que no estás dispuesta a hablarme te lo digo. Mark y yo estamos juntos. Espero que no te importe, ya que tu estás con Fernando. Te quiero An, que no se te olvide pequeña". La verdad, ese mensaje le hizo sonreír, y decidió perdonarla, porque los sentimientos son difíciles de controlar, y al fin al cabo, ella estaba con Fernando, su chico ideal. No quería enfadarse con Silvia, ni mucho menos dejar de hablarle, por tanto no quiso darle más vueltas al asunto. No respondió a Siliva. Se metió en la cama, se arropó hasta arriba y cerró los ojos buscando el sueño.
- An, vamos a bajar. Seguramente que tu madre ya tenga la comida preparada.
- Si, vamos. La verdad tengo hambre.
Bajaron y se sentaron a la mesa. Comieron, con apenas algunas palabras y subieron de nuevo. Sacaron los apuntes del trabajo y comenzaron a organizarlo todo. Más de una vez Andrea miraba hacia la puerta, y podía ver al chico de ojos azules, con una expresión decaída y triste. Pero la que tenía que estar triste era ella, no él que se había besado con su mejor amiga delante de sus narices, después de despertarla con un "Buenos días preciosa", y la había intentado besar en un momento de silencio. No obstante, ella no estaba mal, o al menos eso intentaba aparentar. Llevaba una semana llena de cosas malas, que al final, en la mayoría de los casos siempre terminaban bien.
Sobre las siete de la tarde, Lucía se marchó a su casa. Ella había sido un gran apoyo para Andrea esa tarde, la había hecho no pensar en lo peor y disfrutar de su gran compañía.
Pasada una media hora decidió ducharse. Se dirigió al baño, cerrando la puerta detrás de ella. Comenzó a desvestirse, primero quitándose los pantalones, y después la camiseta. Cuando se quedó desnuda por completo se metió en la ducha y encendió el agua caliente. La dejó correr unos segundos, y se puso debajo. Cada gota de agua le llenaba las entrañas, era como una gran carga. Pesaban sobre ella como pilares inmensos. El agua corría y corría y Andrea debajo de la ducha, solo lloraba. Desahogándose por todo, por el mal y el buen día que había tenido. Recordando aquellos momentos con Yeray, esos momentos en los que se sintió aprisionada y sin fuerzas intentaba zafarse. Los momentos en que, esperando a que Mark la recibiera con una bonita sonrisa la recibió dándole un beso a Silvia. Y en los momentos en que Fernando y ella disfrutaban mutuamente, otra vez, de los dos. Se enjabonó todo el cuerpo, se aclaró y salió. Con una toalla blanca tapó su cuerpo desnudo. Se secó rápidamente y untó crema sobre su piel. Al terminar, se vistió y salió del baño como nueva dejando atrás muchas de las cosas que habían pasado en aquel día, tanto bueno, como malo.
La hora de cenar llegó y todos sentados en la mesa tomaron su cena. El menú era ensalada con manzana y pechugas de pollo a la plancha. No se hizo pesada y terminó rápido. Andrea y Mark, intentando disimular su enfado, se despidieron de Lisa y Manuel y subieron arriba, dirigiéndose cada uno a un camino diferente. La chica entró en su habitación y vio que tenía un mensaje de Whats App. Silvia. "Andrea por favor, no se si podrás perdonarme por lo de hoy. Siento todo, mira me gusta mucho Mark. Y tengo que decirte algo, quería decírtelo en persona, pero ya que no estás dispuesta a hablarme te lo digo. Mark y yo estamos juntos. Espero que no te importe, ya que tu estás con Fernando. Te quiero An, que no se te olvide pequeña". La verdad, ese mensaje le hizo sonreír, y decidió perdonarla, porque los sentimientos son difíciles de controlar, y al fin al cabo, ella estaba con Fernando, su chico ideal. No quería enfadarse con Silvia, ni mucho menos dejar de hablarle, por tanto no quiso darle más vueltas al asunto. No respondió a Siliva. Se metió en la cama, se arropó hasta arriba y cerró los ojos buscando el sueño.
Holaa!! ^^
ResponderEliminarCuando puedas te pasas por mi blog!!
te he nominado a un premio!!! :D
Un beso! ;)
http://myworldlai.blogspot.com.es/
Muchas gracias Ana!! Es un placer!
EliminarEn seguidita me pasoo! ;))
Besos! ^^