Aquella mañana despertó feliz, feliz por ser quien era, feliz por estar con él. ¡Hoy hacían un año! Un año lleno de maravillosos momentos, eternos abrazos, besos apasionados y caricias infinitas. Compartiendo cada palabra, cada sonrisa, cada mirada... Saltó de la cama y se dirigió corriendo hasta la cocina. Su madre la contempló asombrada al verla tan contenta un lunes por la mañana. Andrea le dio un ligero beso en la mejilla cogió una manzana, y masticándola fue al baño. Se miró atentamente al espejo, y comprobó que todo estaba correcto: no ojeras, labios sin agrietar, cejas perfectas y sonrisa resplandecida. Peinó su larga mata de cabellos rubios con cuidado, tratando de que su precioso pelo estuviera lo mejor posible. Se lavó la cara con delicadeza y la secó con la toalla. Un poco de brillo de labios, pequeños puntitos en la raya y algo de colorete para relucir. Se colocó en el pelo una horquilla sujetando lo poco que le quedaba de flequillo y volvió a su habitación con la manzana prácticamente terminada. "Jeans estrechos, camisa blanca, manoletinas beige", recitó en su cabeza al tiempo que sacaba las prendas del armario. Vistió su cuerpo en pocos minutos y cuando se calzaba la segunda manoletina recibió un What´s App en su Samsung violeta. Lo agarró esperanzada, creyendo que era suyo, pero era su mejor amiga Silvia, que decía que a las ocho y media la recogía en su casa. La respondió rápidamente con un OK, y tiró el corazón de la manzana al cubo de comida de su perra Daisy, un cocker marrón claro. Una última mirada en el espejo y ¡lista! Salió de su casa despidiéndose de su madre y esperó en la puerta, pensando en él.
Pasados dos o tres minutos Andrea vio a Silvia que la saludaba con la mano. La primera salió a su encuentro con una gran sonrisa. Silvia era de lo más risueña, con una melena de rizados y oscuros cabellos que llevaba siempre recogidos en una coleta. Tenía unos dientes perfectos, pues había llevado dos años aparato dental. Siempre estaba riendo y le encantaba estar con sus amigas. Cuando estaban frente a frente se miraron a los ojos, serias, después pestañearon a la vez y al final rieron y se abrazaron felices.
- De verdad, no me lo creo todavía. ¡Hoy hago un año con Fer!- exclamó Andrea a voz en grito.
- Aaaiins... Que romántico, ya un año. Y seguro que duráis mucho más.- Le dijo Silvia rodeándola con el brazo.
Las dos amigas siguieron caminando hasta que llegaron al centro donde estudiaban. Andrea buscó con la mirada a su novio Fernando, y ahí estaba con su jersey gris, ése que le queda tan bien. Se lanzó a él y le abrazó con fuerza y con amor. Pero algo raro había en aquel abrazo. Y lo que Andrea no sabía es que ese día no sería fácil para ella.
¡Buenaas! He decidido escribir un libro para vosotros. Cada día pondré un capítulo, y espero que os guste
No he puesto el título, lo que haré será dejar que vosotros con vuestros comentarios y correos me digáis posibilidades de títulos para este nuevo libro que voy a escribir.
¡Que tengáis buen domingo! Os quieroo ;)
P.D.: Si queréis mandarme algún correo mandadlo a esta dirección: lunaticalovegood.2013@gmail.com
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