Seguidores

jueves, 1 de mayo de 2014

Gabriel García Márquez

¡Holaa amorciitos! ¿Como estáis? Aiis, yo muy bien. Aunque la verdad, un poco defraudada, porque he descubierto como es uno de mis mejores amigos, bueno ya no es, porque lo único que hace es mentir... Pero no voy a borrar la sonrisa de mi cara por gente así, además al escribiros, o al leeros, es imposible no sonreír :')
Bueno, hoy os escribo una carta que Gabriel García Márquez, un gran genio envió a sus amigos, cuando sabía que iba a morir. Es preciosa, yo me emocioné al leerla. Espero que a vosotros os transmita los mejores sentimientos:

"Si por un instante Dios se olvidara de que soy una marioneta de trapo y me regalara
 un trozo de vida, aprovecharía ese tiempo lo más que pudiera

posiblemente no diría todo lo que pienso, pero en definitiva
pensaría todo lo que digo.

Daría valor a las cosas, no por lo que valen, sino por lo que
significan.

Dormiría poco, soñaría más, entiendo que cada minuto que cerramos los ojos,
perdemos sesenta segundos de luz.

Andaría cuando los demás se detienen, despertaría cuando los demás
duermen.

Si Dios me obsequiara con un trozo de vida, vestiría sencillo, me tiraría
de bruces al sol, dejando descubierto, no solamente mi cuerpo, sino
mi alma.

A los hombres les probaría cuán equivocados están al pensar que
dejan de enamorarse cuando envejecen, sin saber que envejecen cuando dejan de
enamorarse.

A un niño le daría alas, pero le derjaría que él solo aprendiese a
volar.

A los viejos les enseñaría que la muerte no llega con la vejez, sino
con el olvido.

Tantas cosas he aprendido de ustedes, los hombres... He aprendido que todo el mundo
quiere vivir en la cima de la montaña, sin saber que la verdadera felicidad
está en la forma de subir la escarpada.

He aprendido que cuando un recién nacido aprieta con su pequeño puño, por
primera vez, el dedo de su padre, lo tiene atrapado por siempre.

He aprendido que un hombre sólo tiene derecho a mirar a otro hacia
abajo, cuando ha de ayudarle a
levantarse.

Son tantas cosas las que podido aprender de ustedes, pero realmente
de mucho no habrá de servir, porque cuando me guarden dentro de esa maleta,
infelizmente me estaré muriendo.

Trata de decir siempre lo que sientes y haz siempre lo que piensas en
lo más profundo de tu corazón.

Si supiera que hoy fuera la última vez que te voy a ver dormir, te abrazaría
fuertemente y rezaría al Señor para poder ser el guardián de tu alma.

Si supier que estos son los últimos minutos que te veo, te diría
"Te Quiero" y no asumiría, tontamente, que ya lo sabes.

Siempre hay un mañana y la vida nos da siempre otra oportunidad
para hacer las cosas bien, pero por si me equivoco y hoy es todo lo que nos queda,
me gustaría decirte cuánto te quiero, que nunca te olvidaré.

El mañana no le está asegurado a nadie, joven o viejo. Hoy puede ser la última vez
que veas a los que amas. Por eso no esperes más, hazlo hoy, ya que si mañana
nunca llega, seguramente lamentarás el día que no tomaste
tiempo para una sonrisa, un abrazo, un beso y que estuviste muy ocupado para concederles un
último deseo.

Mantén a los que amas cerca de ti, diles al oído lo mucho que los necesitas, quiérelos, y tratalos bien,
toma tiempo para decirles, lo siento, perdóname, por favor, gracias y todas las palabras de
amor que conoces.

Nadie te recordará por tus nobles pensamientos secretos. Pide al
Señor la fuerza y sabiduría para expresarlos.

Finalmente demuestra a tus amigos, y seres queridos cuanto te importan.


¿Veis? Realmente emotiva. Espero que os haya gustado a todos.
Un besote muy fuerte, que paséis una noche llena de estrellas fugaces para que todos vuestros deseos se hagan realidad.

5 comentarios:

  1. Realmente me gustó mucho. A veces cuando estudias este tipo de escritos en clase te parece un pelmazo tener que leerlo y hacer un análisis, pero cuando realmente lo lees, e intentas entenderlo, lo entiendes a la perfección y llega, vaya si llega.
    En cuanto a lo de los amigos... me recordó a una canción de Porta:
    "Amigos que se irán, otros vendrán, ya te lo digo" y es que es así, unos se van, otros vienen... nada es para siempre, y siempre con el tiempo las personas muestran su otra cara, o como realmente son, y nosotros decidimos qué queremos hacer con esa relación que nos unía al conocer las dos partes :)
    ¡Un grandísimo saludo, y que nada te borre la sonrisa, nada! :*

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Tranquila, que con comentarios como el tuyo, no se me borrará nunca! :3

      Yo, cuando me lo enviaron, lo vi tan largo que no quise leerlo, y tan solo me disponía a leer la primera frase, pero cuando comencé, no podía dejarlo.
      Me ha gustado la parte de la canción, la buscaré, jiji.
      Llevas toda la razón, Tábata.

      Un besiito, gracias por pasarte y dejarme comentarios tan bonitos! :*

      Eliminar
  2. Déjame que te felicite por no permitir que nadie te borre la sonrisa. En este recuerdo tan bonito a Gabriel García Márquez, vamos a recordar una frase de él. "Nadie se merece tus lágrimas y quien se las merezca, no te hará llorar." Así que siguiendo el ejemplo de esta carta, de que es preferible pensar lo que se dice más que decir lo que se piensa, es de justicia de decirte lo maravillosa y bonita que eres, Luna, y sea como sea, nadie, nadie, merece que alteres tu equilibrio, y mucho menos alguien que resta en su conducta y no aporta nada. Aquí lo mejor es bajarse en esta parada y seguir sin ese obstáculo.

    Hay un matiz que diferencia decir lo que se piensa y pensar (o sentir) lo que se dice. Te puedo decir "te quiero", pero no hay forma de saber si estoy pensando o sintiendo realmente lo que hablo. Y sin duda, es mejor pensar que te quiero aunque no te lo diga, y mira que considero tan necesario decir ese "te quiero" por si acaso no se vuelve a repetir la ocasión... Como se señala más abajo. Pero eso sí, con sinceridad, sintiendo lo que dices, porque si no, haremos daño. Él mismo dice más adelante que hay que decir "te quiero" aunque lo sepas, no está de más decirlo, pero es muy importante que se sienta, para que estas palabras tengan su validez.

    Ayer, sin ir más lejos, anduve 26 kilómetros y vi mucha gente parada, también mucha gente caminando, corriendo, subiendo en bicicleta, tengo la suerte de habitar un lugar con un paseo marítimo espléndido donde puedes respirar la vida sólo con abrir los ojos y verla. Lloré y reí con los capítulos que transcurren ante tus ojos, al mismo tiempo, en lugares cercanos y tan diferentes entre ellos. Y luego, cuando me eché a dormir, llevaba toda esa vida conmigo.

    "Si Dios me obsequiara con un trozo de vida, vestiría sencillo, me tiraría
    de bruces al sol, dejando descubierto, no solamente mi cuerpo, sino
    mi alma."

    Esta frase podría haberla escrito yo, y de hecho tengo una entrada, una canción que colgaré pronto que habla de una idea similar: "amo tus ropas baratas/ más amo el sabor a nata / de la que está hecha tu piel" pronto podrás leerla entera y no quiero extenderme más. La ropa, las joyas, todo eso se va a quedar aquí. Es una cuestión de pensamiento, a quien le guste las ropas de lujo, me parece perfecto. Yo pienso como este hombre. Y qué decir de que envejecemos cuando dejamos de enamorarnos. Vamos a ser francos y yo mismo tengo la sensación de que hay edades y edades, pero por suerte yo me dejo llevar y hago y deshago y sorprendo y me dejo sorprender. Mi historia sentimental me ha hecho en ocasiones, dejar de creer y es cierto, uno envejece y pierde la emoción. Y sin embargo, con la mitad de mi vida vivida, más o menos, llevo mucho tiempo siendo este hombre loco perdido que no deja de emocionarse con las cosas y que a ojos de los demás, puede hacerme parecer inmaduro. Y más aún, he visto a una viuda que tras una vida llena de maltratos, mujer heptagenaria, que se vuelve a enamorar y un persona de quince años no alcanzan a emitir la luz que emite esta mujer. Y luego las historias que amor entre gente en las que hay una diferencia de edad, como las novelas de Federicco Moccia u otra de Jordi Sierra i Fabra que creo que se llama "Sólo tú". No dejan de ser novelas, historias inventadas, pero inspiradas en la vida. Y posiblemente, en este pensamiento de García Márquez.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. El resto de la carta habla de las cosas pequeñitas, de lo importante que son, del valor del movimiento, de detalles que la rutina se encarga de quitarles especialidad, cuando un simple "te quiero" puede cambiar un día entero, iluminándolo por completo cuando has pensado que no podía ser más oscuro. Yo mismo cojo lo que las personas me transmiten y hago versos, porque es lo menos malo que sé hacer, otros cogen un pincel, otros cantan... Y lo entrego rápido, por eso mismo de que mañana puede ser tarde. Hay personas que se emocionan, otras que se sorprenden y su reacción no es amable, pero ante todo, queda la importancia de hacer lo que quieres hacer, mostrar esa chispa que sientes por gente incluso que no conoces, pero que de algún modo u otro, en este momento, forman parte de tu vida, por inexplicable que esto resulte, y, si perdemos el tiempo en hacernos preguntas del por qué suceden las cosas, al final el tiempo se escapará de las manos y no disfrutaremos de ese regalo que ocurre, así, porque sí, sin más explicaciones. Pido al Señor la fuerza y la sabiduría para expresar esas sensaciones y se me bendice con gente increíble, llena de magia, que permite este fluir de palabras y cosas bonitas.

      Así que así, en voz alta, princesa celeste, se te dice lo bonita y maravillosa que eres. Vuelvo a pedirte disculpas por este testamento, pero esta ocasión lo merece, ya que nos enseñas una carta llena de lecciones de vida que de seguirlas, sin duda, haría de este viaje fantástico algo mucho más intenso, más rico, más bello.

      Un beso muy grande preciosa. Que tengas una tarde llena de cosas bonitas y un mejor fin de semana acompañada por tus sueños hechos realidad.

      Eliminar
    2. Por favor, no se te ocurra volver a pedirme perdón vale? Jiji, en serio de verdad. Es maravilloso que me escribas estas palabras, porque me hacen darme cuenta de muchas cosas de la vida. Miles de gracias por tus palabras.

      La verdad, no se mucho que decir, porque todo lo que tu has dicho es lo que pienso, con algunas variaciones, claro; pero no tengo quizá nada más que decir, porque es maravilloso leer algo que te haga sentir tan viva, tan especial, tan... tú.

      Y... gracias por tu felicitación. Y es que, lleváis razón, no voy a dejar que gente así me haga sentir mal, todo lo contrario, les sonreiré con la mejor de mis sonrisas, para que mi felicidad no depende solo de ellos.

      Un beso muy fuerte. Gracias por darme unas palabras tan sinceras, tan tuyas.

      Eliminar